miércoles, 8 de junio de 2011

La anarquía racional

Viajar en transporte público no es la experiencia más agradable. El calor, los tumultos, el aire viciado, los olores, el ensardinamiento, el calor, los vendedores, la bestialidad de los operarios, el pinche calor, el inevitable frotamiento de cuerpos y demás cosas tan simpáticas. Y lo peor (si, peor que el calor), es la sección de mujeres.  Siento que es una regresión, la aceptación de la incapacidad para convivir respetuosa y sanamente. Y lo más terrible es que es necesario.


Hasta hace unos días se liberaron al público las fotografías tomadas en Hiroshima después de que se soltó la bomba atómica, y en este momento se exhiben en Nueva York. Han pasado más de sesenta años y no se exhibieron antes para no causar remordimiento en la población. 


En algún momento se nos empezó a asumir como infantes incapaces de procesar la realidad, se nos negó la posibilidad de tener criterio propio. Cedimos las riendas en muchas esferas de nuestras vidas. No merecemos conocer las primeras causas ni los fines últimos. El por qué de las cosas va mas allá de nuestra comprensión y no somos dignos de la verdad. Pero de nuevo, lo más terrible, es que en muchos casos es cierto.


Es urgente reclamar nuestro derecho a pensar y decidir, nuestro derecho a ser responsables. El derecho a la verdad, a la autonomía, a la auto determinación. Y no hay otra forma de hacerlo sino mereciéndolo. No hay otro camino que demostrar capacidad y madurez en lo individual y en lo colectivo, y en cada una de las esferas de nuestras vidas. Esto es la anarquía consciente. La anarquía no es la negación de la autoridad ni de las normas, no es destructiva sino constructiva. Por definición la anarquía no es impositiva pues en la anarquía el flujo del orden es desde el individuo hacia el exterior. El individuo es consciente de sus actos y de sus consecuencias, se asume como unidad funcional de un sistema, entiende las primeras causas y los últimos fines, entiende su función: no necesita de ser arreado, sabe hacia donde ir y por qué va hacia ahí. Fundamentalmente, la anarquía no es la ausencia de gobierno, sino el que éste sea prescindible en lo individual. 


La anarquía no es para todos, requiere de un nivel muy alto de consciencia. Implica el entender el sistema como una "gestalt", ser consciente de las interacciones entre elementos aparentemente desvinculados, tener una visión amplia y unificadora así como un espíritu constructivo. La anarquía es anti-egoísta. 


Los sistemas biológicos son anárquicos. En un organismo, cada célula realiza su función aportando a la realización de un proyecto gigante. Toma lo que necesita y deja lo que no. Ninguna célula es más importante que otra, ninguna pretende controlar a las demás y a pesar de que todas son necesarias, ninguna es imprescindible. Y lo más importante: dentro de cada una habita la semilla del sistema completo. Las células no son conscientes de su labor, de su función ni de su importancia. No son conscientes de lo que construyen colectivamente. Hacer esto mismo conscientemente tiene una valía inmensa, las células no pueden elegir, nosotros sí. No hay ninguna gracia en hacer lo mejor cuando no se puede hacer otra cosa, pero hacerlo pudiendo elegir hacer otras mil cosas más, es invaluable. 


La anarquía global es una locura porque, como dije antes, es individual por definición. La imposición de la anarquía, además de imposible, es antianárquica. Suprimir o desconocer las normas y las instituciones es enfermo. Siempre habrá ciegos de consciencia que necesiten del lazarillo de las leyes, quien no alcance a comprender los porqués más profundos y quien no pueda tener intereses más altos que los propios. Pero también creo firmemente en que siempre también habrá quien pueda estar siempre un paso adelante de las mismas normas e instituciones: las células pensantes.

martes, 25 de enero de 2011

Big fat liars

Puedo tolerar a los noticieros parciales, tendenciosos y sensacionalistas, a los programas gringos mal traducidos y doblados, a las series atrasadas por más de dos temporadas y a los "fantasmas" y la "nieve" cuando hay mala recepción. Lo que sobrepasa mi límite cuando veo televisión abierta, son los comerciales. A sabiendas de que la televisión de paga ya está más que repleta de los mismos comerciales (y aún peor: infomerciales) que la televisión nacional, aun siento una sutil pero molesta diferencia.

No siento necesidad por deconstruir y analizar la generalidad de la publicidad televisiva, puesto que para eso hay libros de sobra. Sólo tengo una incontenible necesidad de expresar mi repudio por la mentira. Si bien es cierto que me molestan el cliché, el morbo, lo "aspiracional", las "demostraciones", y todo cuanto está mal en la publicidad, la mentira sobrepasa la simple molestia. La mentira me ofende. Me ofende el descaro con el que se puede decir algo que claramente es una mentira redonda ante millones de personas sin que haya una voz lo suficientemente fuerte (o muchas débiles) como para negar el espacio de un medio. Pero la voz más fuerte no es (y ni cerca está de serlo) la de la sociedad confundida, ignorante e indiferente, sino la del dinero y su poseedor, y es obvio que el poseedor del dinero no lo obtiene sino de la sociedad misma. Es decir, las pulseras Power Balance existen gracias a que hay gente lo suficientemente idiota para comprarlas, y eso, antes que cualquier otra cosa es triste.

Tomaré como ejemplo éste producto por ser el que más me encabrona:
Al precio de $600 pesos la unidad, la gente que la compra no es precisamente indigente, vamos, yo soy un estudiante de licenciatura de clase media y no pago tan fácilmente más de esa cantidad para ir a un buen concierto. Es decir, quien compra una pulsera de éstas no es pobre. Si no es precisamente pobre, tampoco debe ser lo suficientemente ignorante como para tragarse eso de que un "círculo holográfico de mylar" retiene, transmite o genera energía. Tampoco espero que cualquiera entienda a profundidad qué es un holograma y cómo se produce (cosa que tampoco podría explicar yo) o siquiera sepa que el mylar es un polímero, pero tampoco me puedo imaginar a los miles (y vaya que los hay) que compran ésta pulsera. ¿Cómo sería vivir en una colonia repleta con esta gente? ¿Qué empleos hay donde se gane lo suficiente para poder comprar una pulsera de $600 y donde no importe que se sea tan irreflexivo, ignorante y manipulable?

De verdad, no se qué me asusta más: el que se permita la difusión masiva de mentiras tan flagrantes, o el que haya tanta gente que las crea.

El poder que tiene la mentira es sólo el que le ha otorgado la sociedad. Hay cientos que crean la mentira, miles que la creen, y millones que la legitiman con su indiferencia.

sábado, 1 de enero de 2011

Piano Jazz Pt. 2

y después de mucho, mucho tiempo...

En mi entrada previa, publiqué breves reseñas de cinco de mis diez pianistas / teclistas favoritos del jazz, todos ellos grandes maestros del género y de su instrumento, pero he de confesar que su música es aún nueva para mí, pues los descubrí por ser influencia e inspiración de los siguientes "piano heroes".

Sin embargo, mi preferencia sigue propendiendo a los cinco que les presento esta vez. Tal vez porque me son más cercanos o porque no tolero ver videos en blanco y negro o porque su música tiene el balance perfecto entre locura y genialidad, pero en realidad no importa, me gustan y ya.

Herbie Hancock (1940 - ):

La experimentación es una parte fundamental del jazz, pero en la música de Hancock, la experimentación es la regla. Empezó a tocar piano a los siete años con una formación clásica. Más tarde, se vio influido por pianistas como Oscar Peterson y Bill Evans, adentrándose en el jazz y el blues. Estudió un par de años de ingeniería en electrónica, donde se aproximó a los primeros instrumentos electrónicos. Abandonó la ingeniería para dedicarse de lleno a la música ganando fama hasta lograr un contrato individual en el Blue Note. A los 23 años, Miles Davis lo invitó a formar parte de su banda, con la cual tocó durante 5 años, donde Davis lo incitó a tocar con el piano electrónico Rhodes. Con Miles Davis, participó en los álbumes In A Silent Way y el divertidísimo Bitches Brew.
Tras los años con Davis, empezó una carrera de solista donde introduciría al jazz los sintetizadores y cualquier cantidad de fusiones con funk, rock, R&B y electrónico.
Ha tocado con todos los grandes del siglo XX y se nota en todo lo que toca, su música es variada y creativa, puede usar un keytar para tocar melodías eminentemente clásicas o un piano para tocar el funk más groovy.

http://www.youtube.com/watch?v=wSRir3n1ifg&feature=related

No tenía idea de que esto había pasado, tanto así, que si no lo veo no lo creo.

Chick Corea (1941 - ):

Stan Getz, Dizzy Gillespie, Sarah Vaughan, Herbie Hancock, Miles Davis, Tony Braxton, Stanley Clarke, Al Di Meola, John Mclaughlin, Bobby McFerrin, Bela Fleck, Gary Burton, John Patitucci, Scott Henderson, Frank Gambale, Dave Weckl, Pat Metheny, Carlos Santana, Hiromi Uehara, Steve Gadd, Kenny Garret (lamentablemente)... Todos han tocado con Chick Corea, al grado que esto pareciera ser un requisito para ser un músico de jazz reconocido.

Chick Corea es una máquina de ganar Grammys (o pequeños gramófonos de oro), lo que le ha traído muchos detractores que consideran que está supravalorado, y tal vez otros jazzistas menos conocidos también merecen un gramofonito, pero de que Chick Corea es grande, es grande.

Empezó a tocar a los cuatro años y subió como la espuma, pues antes de cumplir 27 años ya tocaba con Dizzy Gillespie y Sarah Vaughan. Después, construyó una trayectoria larguísima y sólida a base de grabar muchos discos y tocar con muchos excelentes músicos (llenaría muchas cuartillas con detalles de esto último). El estilo de Corea contiene mucho de jazz fusión pero también de jazz acústico, aunque básicamente, ha tocado de todo.

En fin, es muy difícil escribir de Chick Corea sin hacer un tratado del jazz post-bop y un directorio de todos los que han tocado con él. Incluso recomendar un sólo album o un concierto es extremadamente difícil, pues aunque tiene algunos álbumes algo "tibios", tiene muchos más extraordinarios, así como colaboraciones, conciertos y presentaciones especiales. Oh, casi olvido mencionar que va a la misma iglesia que Tom Cruise, donde es casi como el papa.

En fin, sólo puedo sugerir que de él veais muchos videos y escucheis muchas canciones...

Por lo pronto, una de las piezas más emblemáticas de Chick Corea interpretada por él mismo junto con Hiromi Uehara (pianista del grupo de Stanley Clarke), Spain:

http://www.youtube.com/watch?v=BRU1o-sCnqY

Michel Camilo (1954 - )

Los negros crearon el jazz, los negros crearon los ritmos latinos. ¿Por qué no fusionarlos? En realidad no creo que a los grandes de la salsa les haya costado mucho trabajo la transición, era más bien el curso natural de las cosas. Los músicos latinos buscaban introducir nuevos recursos armónicos y rítmicos, frescos y arriesgados. No tuvieron que inventar mucho pues mucho de esto ya existía en el jazz.

Michel Camilo es uno de esos músicos que sientan precedente demostrando que siempre se puede llegar mas allá. Es uno de los que decidieron apegarse a sus raíces pero también hacer más con ellas. Por otro lado, es único en su ejecución. Nadie toca como él, nadie:

http://www.youtube.com/watch?v=pw8Ff0FzfYk

(Por favor notar la presencia de Horacio "el negro" Hernández a la batería)

John Medeski (1956 - )

No importa que no sepas quien es John Medeski, no importa que no sepas que lo que estás escuchando es fusión jazz-funk y no entiendas por qué tiene tantos teclados a su alrededor... cuando se trata de prender a la banda, nadie como Medeski.

Empezó a tocar a los cinco años instruido por su padre y desde su adolescencia alternaba con monstruos de la calaña de Jaco Pastorius. Estudió piano en el New England Conservatory en Boston, donde se inclinó por el jazz y la improvisación siguiendo el estilo de Oscar Peterson. Al igual que éste, su formación es eminentemente clásica, y se asume a sí mismo como tal. Aprendió contrapunto y armonía occidental al tiempo que aprendía a tocar jazz con Lee Shaw. Medeski tuvo muchos maestros e inspiraciones, pero forjó su estilo tocando a la menor provocación con quien se prestara a dejarse llevar por la música.

Desde sus primeros años, Medeski nunca se ha rehusado a incursionar en estilos e instrumentos y es un experimentador por naturaleza, cualidad que ha sabido explotar junto con otros músicos de su calibre como Chris Wood y Billy Martin, con quienes creó el trío que lo volvió famoso. Medeski puede sentarse tras un sintetizador Moog, un piano Steinway (sólo Steinway), un órgano Hammond, un piano eléctrico o sintetizador Wurlitzer y hasta juguetes más infantiles.

En fin, como botón de muestra les presento una cancioncilla del Sr. Medeski en una de sus facetas más ácidas (aunque no le conozca otras) junto con Dave Fiuczynski (guitarrista de Screaming Headless Torsos), Vog:

http://www.youtube.com/watch?v=lk2Gj5ccEsQ

Brad Mehldau (1970 - )

Después de ver a Mehldau tocar, todos se preguntan si tiene algún problema en la espalda o sólo toca con  mucho jícamo. Además de su inconfundible y antiergonómica postura para tocar, la calidad de sus composiciones y la fineza de su ejecución son las marcas de Mehldau. Además de jazz, gusta del buen rock y pop, lo que ha dado como resultado algunos de los mejores covers de Radiohead (y vaya q hay muchos):

http://www.youtube.com/watch?v=F_4fiMIxO2E

Finalmente, solo para contrastar y porque es año nuevo, una colaboración de Brad Mehldau y Pat Metheny que es parte del disco Metheny Mehldau (2006), en una interpretación en vivo que te incluye lo que viene siendo un intro de batería brutal. Ring of Life:

http://www.youtube.com/watch?v=Lp3dsH6BeUA